lunes, 16 de noviembre de 2020

Momentos estelares de la humanidad, Zweig.



Yo, divergente y discordante, soy un buscador de libros, de poesía, de arte, siempre entre los que merezca ser deletreado entre los Dioses y Lao Tse, medio hombre y medio ratón, en este asombro permanente de la existencia, ese asombro como principio de lo terrible, porque yo solo estoy aquí - en el mundo - de visita, porque sabed que todo lo vais a tener que enterrar, primero vuestros rostro, y por último el mundo en esta cadena - la historia - y este destino o desastre del mundo dónde el ser humano es solo la hormiga sobre la que rueda el destino. Nosotros - el arte - podemos responder al tiempo entre las magulladuras de la existencia. Más allá de la filosía se encuentras la puertas dónde los muertos se agolpan antes de cruzar el umbral de la consciencia en el que al final el princpio, y el fin, la nada y el universo resultan ser idénticos. Aquí yace la palabra de Dios, que está más allá del lenguaje, solo se pueden acercar los artistas a aqueĺ fuego verdadero para capturar una chispa fugaz de la verdad del universo.






En esta búsqueda extraña he encontrado muchos libros, quizás deletrearlos todos ellos ahora séa inutil, pero entre ellos uno que me ha hecho comprender la literatura de otra forma son estas miniaturas históricas y dentro de esta obra que en su brillante prólogo: "Pero cuando en el arte nace un genio, perdura a lo largo de los siglos. Así como en la punta de un pararrayos se concentra la electricidad de toda la atmósfera, en corto espacio de tiempo se acumulan una enorma abundancia de acontecimientos. Lo que por lo general discurre apaciblemente de forma sucesiva, se comprime en ese único instante que todo lo determina, y todo lo decide. Los millones de hombres que conforman un pueblo son necesarios para que naza un solo genio. Igualmente han de transcurrir millones de horas inútiles antes de que se produzca un momento estelar de la humanidad. determinado la vida de un solo individuo, la de un pueblo entero, incluso el destino de toda la humanidad". En este libro encontramos algunos de aquellos momentos de la humanidad que han alumbrado con su luz el camino de generaciones enteras y que han cambiado el destino del mundo. Así he aprendido a escribir leyendo, tal vez ganen siempre los bárbaros, pero la victoria ulterior, la victoria del destino del mundo solo corresponde la civilización. Y leyendo y leyend me he convertido en escritor. También esta la comicidad de la vida, de la existencia que no evito, todos vamos al baño, todos nos emborrachos alguna vez. Una lectura como aquel otro de Antoine Saint-Exupery que merecen una lectura, ahora en estos tiempos de pijama y la covid-sars2, tiempos futiles dónde parece que lo eterno nos ha robado el presente. Sin embargo una espera no es un timpo inutil...








En este viaje, esta caída, al mirar hacia arriba nos asombra las constelaciones. Mas estamos solos, y solo podemos apretar su mano si la mano de ella nos aprieta fuerte. Mas el arte y la pintura, la poesía - te atrae el arte hechicero - pinta velos de color sobre la enfermedad y la muerte.Así he crecido como poeta como los anillos de un árbol hasta la corteza. Haciendo círculos, alrededor de todo que resulta al final no ser nada.



Alejandro rojo y cisneros, 17 de Noviembre del 2020.










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