martes, 9 de marzo de 2021

Todo el mundo ha sido joven.





Hotel Florida, Madrid 1936, el hotel de 200 habitaciones en aquél Madrid que poco a poco caía en el abismo se fué convirtiendo en residencia de corresponsales, escritores e intelectuales extranjeros que llegarón a Madrid hasta su asedio y caída. Koltsov del Pravda, Cox del News Chronicle, Buckely de The daily Telefraph, Matthews de The New York times, que también se reunían en el Hotel Gran Vía junto al Chicote. También fue el alojamiento en Madrid de Hemingway y de la que entonces era su amante, siguiendo la pista de la rubia, que alquilaron habitaciones contigüas, ella a acargo de una publicación femenina estadounidense, y en el que ella Gellhorn escribio para la revista Collier´s algunas de las mejores crónicas sobre la vida cotidiana en aquella ciudad asediada. También estuvo por alli John Dos Passos que dibujo para la revista estadounidense Esquiere en 1938 lo que era el madrid asediado:





" Por todas partes se abren de repente las puertas de los balcones que rodean la fuente acristalada. Hombres y mujeres a medio vestir huyen precipitadamente de las habitaciones del frente, arrastrando maletas y colchones hacia las habitaciones traseras. Un camarero con el cabello ondulado sale una y otra vez de varias puertas distintas, siempre rodeando con el brazo a diferentes chicas que ríen o lloriquean. Gran exhibición de peinados y lencería. Abajo, los corresponsales se mueven por allí adormilados..... "





El último de esos corresponsales de guerra hospedados en el Florida fue O. D. Gallagher, el enviado del Daily Express londinense, del que se dice que fue el único extranjero que esperó a las tropas franquistas en Madrid. Según él mismo contó, los soldados rebeldes que lo encontraron en el edificio de Telefónica, tratando de transmitir una crónica, estuvieron a punto de fusilarlo. Hemingway necesitaba un éxito. Martha Gellhorn quería vivir peligrosamente. Barea sentía que su vida era una contradicción. Ilsa Kulcsar vivía para sus ideas. Gerda Taro y Robert Capa querían olvidarse de su pasado. Los seis, cada uno con su equipaje y su modo de mirar, llegan a Madrid y pasan por el hotel Florida, donde se reunían los periodistas extranjeros, los fotógrafos, los espías. Se hizo en 2012 una pelicula por HBO que paso ciertamente desapercibida sobre la relación de Hemingway y Marte Gellhorn y el Hotel Florida. Entre estos pensamientos fugaces y esta narración a medias de lo que supuso el final del Madrid de la II república, paso la tarde creyendo que todo ha sido un mal sueño, pero no lo ha sido, lo cierto es que me dejarón de lado, y no hicieron nada por mi. Así que - solo - queda la literatura. Por un lado soy famoso, por otro lado no, por un lado soy escritor a medias, pintor tres cuartas partes de lo mismo, en este cacao dónde al final mal vivo por la informática, mientras pasan los años, sin amor y sin viajes - por la pandemia - y toda mi frustracion la pago con el alcohol, resacas interminables, desden hacia el mundo y desafección hacia esta sociedad de mierda...dónde una vez la chica rubia Gellhorn dijo...



"«Sé que nada de lo que podamos hacer va a servir de mucho, pero tenemos que hacerlo. […] viendo todas las cosas odiosas que he visto, y sabiendo lo que sé sobre España, me doy cuenta con toda claridad de lo que va a ocurrir en los demás sitios. Por eso sé que el único lugar en que podemos estar ahora es en el frente, donde no tienes que pensar, pues te basta con poner el cuerpo (aunque no sirva de nada) enfrente de todo lo que odias"



Y así contra todo lo que odio, que parece que se han unido contra mi... y en contra de la deshumanizacioń que estamos viviendo en este década y pandemia, he pasado algunas noches leyendo esta novelita sobre el Hotel Florida, una novela entre la ficción y la historia que se parece a mi forma de acercarme a la guerra civil Española, en Los Alejados. Al final Dos Passos le lanza a Hemingway en medio de un tenso diálogo: "[…] ¿de qué vale luchar por las libertades civiles si al final acabas destruyendo esas mismas libertades civiles?" en otra obra "Enterrar a los muertos". Ha sido otra buena lectura muy bien narrada y documentada y un libro muy recomendable sobre tres parejas que pasaron por el Hotel Florida, porque como escribó después otro de los ilustres habitantes del hotel, antoine saint-exupery, en España no se libraba una guerra, se fusilaba. Ahora se hace más o menos igual... pero en twitter y en las televisiones, también la omisión de libertad, es otra forma de fusilar a alguién...porque tengo esa sensación de que nos seguimos fusilando - en la misma guerra - .







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