A mis 43 años me descubro un poco perdido y - solo - en la realiad descarnada del siglo XXI en Occidente. No solo yo, no solo a mi me pasa. Hay chicas que también perdidas, también abandonadas en este siglo XXI. Tampoco tengo muchos amigos y a veces ser tan libre - asusta - por un lado, por otro lado la ambiguedad del amor y las relaciones sentimentales. A veces me recuerda a la soledad de la infancia, y entonces vuelvo a mi novela 1989 y paso las horas escribiendo pero solo sirve para encontrarme más solo y más abandonado despues, cuando te das cuenta que llevas tres días solo y sin hablar con nadie. Entonces sales, tomas un café o una cerveza, en algún lugar y solo te sientes un punto intermitente perdido en mitad de la gran ciudad. También esto pasa, a veces al volver a casa, estas tan solo que sientes el leve peso de su tu propia alma respirar y repicar en el silencio las cosas que nunca pasaron. mientras se escucha el eco de las difamaciones, y los insultos, que crean un precedente anti democrático. Ya se puede decir cualquier cosa de cualquiera sin que nadie acalle el griterio de la extrema derecha. Pero no les tenemos miedo , ni nos callan, los que adulteran la convivencia, y envenenan el sentido de la existencia, sobretodo gracias a los que nos dejaron solos bailando con la más féa después de señalarme, perseguirme, chantajearme, difamarme, que pone en evidencia la falta de corazón y humanidad de la sociedad en la actualidad. Nada pueden hacer contra nuestra libertad y dentro la cae la nieve. ... en soledad, pero cae la nieve.