martes, 14 de noviembre de 2023

Decía Gustave Flaubert que la soledad significa no someterse a cualquier compañía. Prefiero estar solo y asumir que no hay otro refugio. La literatura, es cierto me ha salvado de las malas compañías , de los bares, del crédito, del suicidio , incluso me ha salvado de la propia soledad. Siempre al calor de un vino o al menos de algún buen libro. No somos más lo que somos en - soledad - . Allí nace el diálogo constante entre el narrador y el lector, de la intimidad . Si yo escribo:


La radio.




He escuchado en la radio que ha muerto
 un policía más jovén que yo.

La muerte nos da miedo a todos.

Es como una rosa decapitada derepente.

Una herida profunda, un golpe seco.

Esta la vida y un día volverá la rutina, lo cotidiano,
 lo miserable, y la ciudad olvidará sus nombres
y no sabrá porque se fueron.

Yo no me aferro.

Solo se que la muerte es para siempre y siempre es tanto, tanto tiempo.


la primavera muerta, 2020.

Es evidente que no se puede comprender otra cosa, que la futilidad y sin sentido de la existencia. Este poema lo escribí en mitad de la pandemia se comprende que fue un tiempo raro y a parte, dónde la muerte, estaba tan presente. Con el covid se fueron amigos y gente admirada como javier marias, al que nunca he leído mucho , pero si he leído con atención a su padre, julian marias. Yo durante aquél tiempo me contente con no traer el covid a casa para que mi madre no enfermara. Otros vecinos, no tuvieron tanta suerte, y al final enfermaron y murieron . Si yo por ejemplo escribo:
La tarde.



Cae la tarde y los últimos muertos buscan los embarcaderos.

Cae la tarde sobre el mundo yermo.

Las calles vacías, los libros a medio leer tirados por el suelo.

Poco a poco naufraga el mundo; parece que se quiebran y se hundenlas nubes a los lejos.

Cae la tarde y oscuras barcas navegan por los ojos de los muertos
Ya no importa verdad o mentira.

Son solo arañas en la boca de los muertos. 



No hay nada más que comprender la poderosa tragedia y el destino inútil de las cosas, también de nosotros mismos en un extraño divagar, un lenguaje que llamamos - poético - o solo poesía. Pero la poesía sobre todo trata sobre la angustia, el objeto de aquella angustia , definió Shoran Kirkeegard es la nada. La economía. La economía se ha parado, y se prevee el desempleo y el paro. El reloj señala la hora de hace 8 años, es miércoles 1 de Abril. Fuera llueve. La economía es incierta dicen los más previsores y se prepara una ajuste social según algunos criterios éticos. Ya no se hace retórica sobre el sentido del cosmos, el mundo se esta parando; el insomnio es general. La fiesta se ha acabado. VOLVER a la realidad, la dura realidad del desempleo, las crisis, el paso del tiempo, y no los días y las semanas, sino las décadas. Por esto he elegido el oficio de poeta, SI yo digo por ejemplo:



Después de la tregua.

El confinamiento se alarga.

No para de llover y a veces sale el Sol.

La ciudad poco a poco se desploma; hay denuncias entre vecinos,
y violencia contra las mujeres y los enfermos mentales se autolesionan.

La sociedad se pudre.

Todos llevamos dentro un abismo.

Hay conatos de odio pero a las 20 horas todos los días
la ciudad rompe en aplausos.

Hay cierta tendencia hacia el bién entre la mayoría
,
y escribir poesía es un sentido de utilidad inalienable.
La sociedad era una ficción, ya lo sabíamos.



TODO esto ya ha pasado y yo me quiero ir por ahí. Dejemos atrás a los muertos, ya estamos en 2023. No sin cierto sentido de desorientación general mientras solo se escucha el sonido de las bombas y las guerras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

España es un país que adolece de - babosismo - y de babosos. De gente falsa e idiota, a los que no hacemos mucho caso , y les ...