lunes, 15 de julio de 2024




Cuando llegan - los babosos - yo me suelo ir. Aquél derecho a no ir y también el derecho a marcharse. En un país lleno de enfermos mentales dónde el fútbol es la eclosión social de una sociedad - enferma - . Necesitamos más Albert Camús, Daní del Olmo y Yamine Lamales, hay muchos, pero albert camuses hay pocos A mi me gusta ver fútbol, esta Eurocopa he visto muchos partidos no solo los de España y he disfrutado con este pequeño Dios que es el balón de fútbol y sin embargo en los campos de Fútbol solo se cantan himnos de odio. Yo como narrador no - añado - nada solo transformo la realidad. En las islas Canarias hay muchos Nico Williams, que nunca jugarán al - fútbol - . Al delantero de España que falló el pensali ante - marruecos - ayer metió gol en la final y se convirtió en el héore - incómodo - en el País Vasco y le han hecho pintadas en su contra en el pueblo de su madre. Siempre están - los otros - cómo me sucede a mi. Están los José Ignacio, que me tiene una envidia enfermiza, o los - patricio - destrozados por el alcohol con el suficiente odio social como para arruinar cualquier cosa. De estos, sobre los otros comienza mi literatura: los perseguidos, los excluidos , los señalados sino para hacer protagonistas a los que normalmente son olvidados por el sistema. De estos , de los protagonistas lo sabemos todo, pero de los otros, los excluidos no sabemos ni sus nombres.



Hasta aquí la ambivalencia de un país sin ningún himno, algo que celebramos los - apatridas - sentir y reconfortarse en una patria sin himno de odio, de guerra, de batalla perdida o ganada. Solo una marcha irreal o no que nadie tiene que - cantar - en un país con demasiado himnos de odio, de guerras, de batallas vencidas o perdidas y demasiado - odio social - . Aunque tal vez si esta sociedad necesitaría un himno comenzaría así:



¡ Vva la patria de todos !



Se puede ser vasco y Español, y se puede ser budista y cristiano a la vez. Sin embargo hay cosas que no se puede mezclar: No se pude ser buena y mala persona a la vez, tampoco se puede ser musulman y cristiano a la vez, támpoco se pueder ser independentista y Español, como le sucede a Pep Guardiola y Otegui. Yo elijo aquello que no me deja contra la espada y la pared, aquello que no me hace elegir, y que por tanto me promete la libertad. De aquello de los los que no pueden elegir , y no son libres nacé el odio y la enfermedad mental: Los separatistas son una panda de - tarados - . Me dice no sé quién. Haber como le explocas a Pep Guardiola y Otegui, que sus padres y abuelos también eran Españoles y que sus hijos no seguirán sus pasos, si es que alguna vez tienen libertad para elegir. Escribo esto por que hoy Otegui dice debe ser para ilustrar a los chavales que no es su Rey, ni su himno ni su país. Es cierto, si me preguntán a mi diré algo parecido, yo soy un apatrida que no quiere tener que elegir, ni que me hagan elegir. El siglo XXI, precisamente empieza a dejar atrás el romanticismo filosófico dónde nacén los nacionalismos, precisamente con una selección dónde sus dos puntas tampoco quieren tener que elegir entre una cosa u otra. Todos los que obligen a los demás a elegir serán destruidos cuando comprendan que la gente no quieren - elegir - a lo mejor simplemente les gusta el fútbol, y bién saben todos que a cualquiera que le guste el fútbol, le gusta esta selección Española. A los otros , seguramente no les guste ni siquiera el fútbol. A parte himnos, nosotros tenemos nuestros propios himnos, aunque canto poco, y a veces pasan los meses sin cantar, ni pinchar música, música por encima de racismos, que los hay y muchos. En la mezcla de culturas, siempre se ha escuchado la mejor música.













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