En este - bocaccio -
oh, muñequito quiere bailar.
muñequito, muñequito, muñerquito !
Un poco - cansado - de los idiotas en general y de muchos en particular; los jose ignacio cualquiera, los martes de resaca, los días sin sentido que se amontonan como hojas secas; Hoy es un día inservible, ayer bailábamos pero yo no bailaba para nadie y quiero - bailar - para ti... Así que bailar por bailar tambén cansa por ejemplo la rutina de las latas vacías de cerveza, los porros apagados, las botellas descorchadas , pero todo sin ti y me gustaría que fuera contigo. Se acaba una era - inversible - que cae como un tiempo que descarrila. Así son los días - inservibles - que me dejan solo, frente a esto , esta soledad que me ahoga. Hoy solo quiero dormir, cerrar los ojos, algún día tendré que despertar. Estos tipos, me dejan toda la semana - temblando - despues de - bailar - hasta la madrugada en este baile de mendigos un lunes cualquiera. Ahora que, adiós siglo XX, hola locos - locos años 20`s del segundo milenio. También están los fachas, a ellos no les gusta la gente que baila, ni la gente que pincha música y se divierte, mucha policia poco rock and roll ! Bailr, baila toda la noche en este - bocaccio - .Ya se que a los fachas no les gusta si los que bailan no son ellos. Pero - muñequito - quiere bailar. Muñequito, muñequito, muñequito.
Entre días desapacibles se desliza el Otoño y la existencia. Días incomprensibles o inservibles. La poesía al menos tiene un forma pura y distante. No le hacen falta galerías de arte. Casi hermética. Casi rechazando todo lo que es aejano o profano. Las hojas caías se secan, se pudren, se desahacen. Todavía no ha llegado la época de los abrigos. Al rato sale el Sol entre la indiferencia general hacia los días anodinos, los días cualquiera. La indiferencia que nos convierte a todos en una misma cosa. En nada.
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