sábado, 25 de enero de 2025
Dicen que la vida empieza a los 50 años. Lo decía Carl jung que fue discipulo de Freud y maestro de Whilhem que traduco el yiging y otras obras cómo sinólogo. En fin. para otros la vida acaba a los 50 años. Entre el joder al "guapo" y joder - españolito - y joder - al famosito - la sociedad dibuja un paisaje devastado dónde ya se puede decir cualquier cosa de cualquiera, el mal humor , etc. La sintamlogia de una sociedad - enferma - . El odio social, la envidia etc pecados capítales de una sociedad de alacranes y niños tontos dónde la vulgaridad se multiplica. Frente a todo esto nuestro - talento - . No queremos más autoritarismo, ni más dictadura, ni más M.R mira como se pegan sus hijos por escibir sobre la guerra civil a la vez que a nosotros nos quieren prohibir escribir libros . En fin. Cuando quisieron convertir a los poetas en monstruos y a los monstruos en políticos. No soy - chorizólogo - pero támpoco soy - tonto - . Con gente así por ahí suelta perpretando crímenes, en el nombre de la justicia, para ocultar sus propias barbaridades. Beles es Belen, ella me comprende. Un poco y para poder hacer el amor heterosexualmente tengo que - exiliarme - y pedir el "asilo". Cómo asilado he estado este tiempo en casa de Orwell mi sancho panza, de esta quijotescata también 1989. Tan terrenal y tan humano como nuestro sancho panza convertido en un - Orwell - del siglo XXI cuyo personaje inssspirado o no, me da para pasar los días tristes de Enero. Escribiendo y riéndome a veces también hay humor. En un lugar dónde la radio se desintoniza y empieza a sonar música china de una radio china. Tengo que darle muchas vueltas a la novela. ¿Que tal ? ¿Que haces ? Yo a veces sabes escribo canciones. Otras veces - poesía - o escribo la novela. ¿Que haces los días así?. Yo no sé, pervivo de alguna forma como un satélite alrededor de todas las cosas. Hay cosas que sobreviven al paso de las décadas y que sin embargo una vez desubicadas no sirven ya realmente para nada. Recuerdo que una vez - asalte - la fábrica cuando eramos niños, nos colamos desde la mina en hilera desde el tunel dónde nos fumábamos los primeros cigarros. Recuerdo que aquel paraje , no encontramos nada, pero yo encontré una piedra - rara - la piedra blanca y que ahora solo sive para que la abuela parta los piñones . No sé para qué sirvió alguna vez, pero son cosas que por - extrañas - son insolitas , cosas sacadas de lugar, de otro tiempo. También me he comprado un roibos y frambuesa , una cajita para pasar los días leyendo.
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