Todas las noches en esta bohardilla la música resuena mientras yo para escribir me visto mi mejor camisa. Escribir es la antitesis del conformismo o la desidia, no se puede escribir buena literatura con indiferencia. Con indiferencia se puede hasta follar, pero nunca escribir algo que merezca la pena ser leído. Desde esta altura de los 46 años puedo contemplar mi vida. ¿Soy yo o todos los raperos cantan la misma - milonga - ?. Por esto me gusta este oficio de escritor, frente a la irrelevancia del rap y otras causas. Los raperos hablan de los discos qué no venden, de las mujeres qué no se follan, del dinero que no tienen mientras todo se esfuma en drogas. Hay excepciones pero qué solo sirven para confirmar la regla. Yo cómo escritor soy libre, sin clichés , ni ropa de marca , ni ni qué valga. Cömo escritor nunca estoy - solo - siempre acunado por las musas y las inspiraciones. mientras lor programas - doblan - en radio 3, un vaso de ron , tres hielos. Yo el gran - heterosexual - escritor se cuelga de los párrafos y textos. Una obra inspiradora es lo que tengo entre las manos de este chico que aprendió a mecanografíar antes casi que ha escribir - sic - . Colgado del texto y persiguiendo las huellas de este país que se cae a cachos entre una segunda parte arrolladora de un piso patera de españoles fracasados y una obra de teatro para más - sonreir - del autor. El dramaturgo social al simple y banal poeta. En este país sobran pelotones de fusilamiento y trincheras. Pero hay chicas guapas, sonrisas, la libertad en potencia. La vida adulta comienza a partir de los 45 más o menos. Cómo escritor se qué se odia la libertad en potencia. Con la primera parte de mi novela aún por escribir, es ahora cuando más disfruto de la literatura. Han pasado tres años desde aquél 2022 qué vivimos sin querer - perpetuamente - y apenas llevo 130 páginas. Se convertirán en casi 400 al final del verano. Os dejo un pdf con 67 páginas de una obra inspiradora. Los días 23 cobro así que son días felices que aprovecharé para ir a Madrid a tomar - latitas - en la antigua plaza de vazquez de mella , hoy pedro zerolo, se me podria encontrar alli contemplando a la punkies de la plaza de la antigua vazquez de mella, pidiendo fuego al submendigo de la plaza de vazquez de mella, o escuchando - raggea - en los banquitos alli sentado. Es una plaza y un lugar que me gusta. Tb hay un bar que me gusta, en una calle que baja de la plaza. Alguien mi madre dice ¿la rubia?. Entonces yo patino y me acuerdo de ella, y pienos por que no me habla. Si tanto la gusto. ; ). Os dejo aquí parte de la novela - 1989 - tengo varios documentos y estoy intentando unirlos todos en un solo documento. Es miercoles, si no sé si Dios existe o no, pero yo estoy enamorado. Ya se qué el ateismo se multiplica, pero yo creo qué Dios existe. Siempre pongo esta canción cuando me acuerdo de ella.