Ahora que estoy perdido en mitad de una - batalla - literaria. En mitad de una novela a medio escribir. Empiezo a comprender aquello que hacía Borges , que contaba una historia da igual la extensión que tuviera y lo llamaba cuento. Apenas tengo 120 páginas después de tres años - absorto - escribiendo. En mitad de la creación literaria comprendeo que si bién son solo 120 páginas, estás son muy buenas. Llenas de detalles, aunque un poco se repite, cuando tenga más extensión dejará de - chirriar - el caracter - repetitivo - por que esto también es parte de la novela. Como siempre sucede lo mismo. Las esceneas e imágenes se repiten, de forma intermitente como el mundo. Hoy he estado echando un vistazo y escribiendo un poco, por fín tengo el último capítulo de la II parte de la novela antes del epílogo final después de la obra de teatro tiene que haber un - epílogo - para que todo tenga forma de novela, a pesar de acercarse intimamente al teatro. Tal vez utilice al personaje Estrella errante, para firmar el - epílogo - final y romper con las reglas de la literatura. Si bién la primera parte un relato descarnado de lo qeu fueron los 80`s mirada por los ojos inocentes de unos niños dónde el mundo solo comparece a través de señales, como por ejemplo el Dios de piedra en los cuadros de Gauggain. Es solo un ejemplo en este caso pictórico. Estoy escribiendo una novela de la leche, pero voy tarde, siempre retrasado, esta era quiero aprovecharla para darle el último empujo a esta novela. Y soltarla al mundo. Y miro la - obra - y suspiro. La gente no sé si llegará a comprender por ejemplo cuando hablo de la bala perdida de la guerra civil, en realidad no es producto de mi imaginación, aquello ocurrió más o menos así . Intimamente esta egografía, dónde en la primera parte de la novela hay un niño que se llama alejandro, y un monólogo que cuelga sobre las historias de niños, entre alejandro y orwell, hasta la II parte dónde uno de los personajes entre otros muchos son Orwell, alejandro, messie antoine, estrella errante, juan el mejicano, el rey de la montaña, la faraona, y todo tipo de personajes muchos de ellos marginales y perdidos. Es una novela - leible - pero que rompe barreras, géneros, límites. Como escritor tiendo a la sintesis exacta, entonces me cuesta mucho amontonar páginas, provendo de la poesía dónde solo una palabra invoca el mundo o por definición lo intenta explicar o solo como queja vital ante el propio sin sentido del propio mundo. Queda la comicidad de la vida, yo aquí tomando crema de orujo y con café caliente, y tu leyéndome haciéndo no sé el qué. Para que se me comprenda. Ahora tengo DAZN , Prime, y movistar + en suscripción. Sobretodo me alegro de tener prime, para ver una seria, pero voy a esperara a empezar a verla, a que haya varios episodios ; ). Entonces estoy viendo el betis - olimpique en movistar + y , la verdad es que estoy escribiendo mi novela, ah si la novela. Tiene un pintón. ja ja ja ja . que gran novela.
"En la larga curva que viene de la estación del Norte y Príncipe Pío un tren atropelló a una niña y murió. Allí mirábamos los viejos trenes pendulares pasar entre besos y caricias. Las estrellas brillando, la existencia es así , intermitente. También de niños jugábamos allí a poner monedas en las vías en el paso a nivel y esperar a que el tren pasara por encima. A Orwell un día casi le atropella uno tren y se le cayeron los tripis, a mi también una vez casi me atropella cruzando por el antiguo paso a nivel; miras a un lado y tienes un tren encima. También murió una enfermera atropellada por el tren a principios de los 80`s . Más allá en la mina a cielo abierto debajo de las vías había un subterráneo y allí fumábamos los primeros cigarrillos que le robábamos a nuestros padres."
1989, arc.
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