Hay que matar a Platón.

Son las 17:18, como ayer llevo dos horas corriendo y por fin paro. Desde que aprendi preparación deportiva jugando al Rugby, siempre supe que para afinar mi cuerpo como si fuera un instrumento musical necesitaba correr y sobre esto, instrumentos musicales, cosmologia, y religión trata este artículo. Haruky Murakamy escribió un ensayo de 600 páginas para hablar que de hablaba cuando hablaba de correr. En el esplendor de la filosofía de la grecía clásica, el materialismo filosófico dominaba la vida espiritual del mundo clásico y cuanto más follases, más feliz fueses, mas deporte hicieras y mas te diera el Sol, era mejor tu vida sin embargo llegó Platón, y como dice Michelle Onfray aquel escritor y filósifo destruyo el mundo. Platón concibió la dualidad del universo, entre la realidad, y el mundo perfecto de las ideas. Si bién Israel llegó hasta la Grecia Clásica también es cierto que Grecía conquisto el pensamiento judio, aquellas ideas filosóficas fueron aplicadas a la religión, y de allí salio la separación del cuerpo y el alma. Al llegar Jesus de Nazaret y la conquista cultural de Roma, y nacer el cristianismo, que llegó hasta Occidente por ejemplo España, asimilamos aquellas ideas nocivas que provenían de Grecia, y aquella separacioń entre alma y el cuerpo. Muchos de los profetas posterioriores a la invasión cultural griega en el Isráel monoteista, habían asimilado aquellas caractéristicas de los hérores griegos. Las antiguas creéncias megáliticas construyeron una relación cósmica entre notas musicales, partes del cuerpo humano, instrumentos musicales y el universo. Mucho más materialistas que cualquier otra cosa, configuraron una relacion entre el cuerpo huamano y el ser divino cósmico. Yo vuelvo a aquel materialismo filosófico, poco recogeran los ángeles de esta carne, porque como dicen los judios en el talmud nada sale de la tumba. Llevo varias semanas desde que empece a correr y ya estoy preparado machacarme, y correr durante horas. Toda la filosfía del mundo desde entonces está platonizada; dualizada, y dvidida. Yo uno la mente y el cuerpo, y creo en pocas cosas.