lunes, 5 de julio de 2021

Irrespirable.






Siempre fuí un niño - enfermizo - asmático al que le faltaba la respiración, y una vez estuve a punto de morir con 11 años, solo el óxigeno me salvaba, pero recuerdo aquella sensación de toser hasta que sangraba y sin remedio, y conozco cuál es el valor relativo de la vida. Al final creci, y aquella enfermedad respiratoria remitió, al menos lo suficiente, para llevar una vida normal. Cuanto años después tuve un intento de suicidio estuve en un hospital, recuerdo aquella habitación dónde había algunos suicidas, el que estaba en la cama de al lado murió de magrugada, le habían intentado lavar el estómago, y estaba conectado a una máquina, pero no se puedo hacer nada, yo estaba despierto y asustado con 10 puntos de sutura en la muñeca izquierda. El sentido de la vida es relativo, hay gente que nace enferma, y la vida - solo - vence a la muerte en oleadas. Yo no sé que decir a la gente que sufre desgracias, lo único que se, es que Dios existe, aunque tal vez la idea de Dios que tenemos no se corresponde con ninguna religión. Durante los años que he pasado estudiando diferentes religiones y ensayos sobre religión, llegué a muchas conclusiones: El mundo moderno había perdido la conexión mágica y espiritual con el universo, en África los chicos entran en la sociedad en una iniciación mágica y espiritual. Una vez escuche que a los más jóvenes, les enviaban a la montaña, tenía que recorger hongos de una corteza de árbol, con el que luego serían - drogados - en una fiesta espiritual, en sus ensoñaciones producidas por la droga y los hongos, verían muchas cosas, pero dentro de sus sueños recibirían un nombre, aquél nombre es el que tendrán de mayores como miembros de la tribu. Una vez soñe tener hijos, nombrar a los hijos, darles un nombre, debe ser bonito, mirar entre las estrellas, acorde a su nacimiento, y buscar un nombre bonito según los designios. La religión es para la masa, solo la espiritualidad es para el individuo. Yo vivo una situación personal - irrespirable - y sin embargo por las noches, enciendo un par de velas e incienso e incluso a veces rezo. En mis - erráticos - y perdidos pasos por el mundo, he aprendido muchas cosas aunque estas cosas no son rentables en la sociedad del siglo XXI, son solo espirituales, y ese vagaje era lo único que me importaba. La idea de vivir, es relativa, si lo piensas solo es nuestro momento de luz, abandonados en este orilla del universo, tal vez algún día comprenda el porque hay tanta belleza y aunque la vida sea escasa, a veces brilla y su sentido relativo e intermitente. La gente se suicida, mientras al lado de los descendientes de los descendientes de los hijos de aquellos fresnos, hay una orilla clara del universo. Tal vez ese era el mensaje, tal vez en esta distopia haya un sentido.












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