jueves, 30 de septiembre de 2021

Hipersensible.



A veces lloro.




No como se llora por una película triste.



No es una pelicula.



Tenía 24, era de noche, en un parque de aravaca. Lloraba. 






Una vez escribi una obra de teatro que sucedía alrededor del banco de un jardín de un pueblo.



Los dioses y los personajes se cruzaban en el mismo lugar.



Todo hilado alrededor de dos enamorados.








Al final el desengaño, era el final de la obra. 








el paso del tiempo era el único argumento mientras todo se cae y se derrumba.







El amor es un esplendor pasajero




luego caen los años, 




y al final descubres que todo era necesario. 


También el desengaño.





A veces siento la distancia que me separan de aquél chico. Tenía 24 años, lloraba. 





Solo el esplendor de algunas farolas. 



Allí no había nadie. 




Así se aprende que las lágrimas llevan la sal de un océano desconocido...













arc, nieve.





La verdad es que todavía me duelen aquellas lágrimas. Tenía 24 lloraba, me había quedado solo, solo, solo. Salía de un psquiátrico, y nadie me llamaba. Solo, solo, solo mientras fumo yerba, cava, te y más yerba a veces lloro como aquél chico de 24 años. La gente joven no tiene recuerdos, ni siente el frio de los años, las soledades pasadas y las inciertas futuras. Te haces un ovillito en la cama, alrededor del saco, y abrazas el vacío de los años. Y aquello no lo puede remediar - nadie - . Mis alas quebradas entre dos siglos. A veces hay días tristes, también son pasajeros. A veces entre distintos días y distintas borracheras como hoy me siento y se me cruzan recuerdos por la mente al final el desengaño, no podemos volver a aquellos años y evitar los pasillos fŕios de los psquiátricos. La soledad de entonces todavía me persigue y me da miedo. Solo solo solo en los hospitales. A veces lloro, los chicos no lloran, beben whisky en el bar. Y he visto a tanta gente en tantos bares. Este poema lo escribí antes de empezar a pintar. Ahora recuerdo tenía 17 era pintor y llevaba un cuaderno de dibujo para carboncillos. Luego deje de pintar. Por eso ahora cuendo cojo los pinceles a veces lloro, porque significa algo.











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