el amor
se hace a las mujeres.

A veces pasa ella, una chica joven, escucho pasar sus finos tacones y pienso en la sociedad enferma, y las memeces que la han hecho creer. Todavía no sabe que el sexo solo se hace con mujeres. Otra a la que han engañado, por eso hay tantas lesbianas reprimidas. Porque el sexo se hace con mujeres...ja ja ja. En definitiva, cuanto - confundido - y tanto desengaño social en esta sociedad enferma...y esa disentería política...por suerte el mundo no son estos cuatro gilipollas, y esas niñatas que a lo sumo que llegan es a casarse bien y chupar remildamente una polla... ja ja ja ja. La sociedad estaba tan podrida que llamaron a los escritores mafiosos, a los pintores hacker, a los hakcer pedófilos a los heterosexuales maricas. Pero nadie les explico que el amor solo se hace a las mujeres por eso soy escritor, y no otra cosa a pesar del gran pedo del sistema sobre la vida de un chico heterosexual. Zapatero vayáse usted a cagar ! El caso es que la niñata me dice cosas, yo realmente ella es muy bonita, yo pienso en desnudarla y pintarla. Pero paso yo prefiero pintar a michelle y jugar con ella entre acuarelas y pinturas. Tal vez inventemos un abecedario propio, dónde cada vocal sea un color. Y cada color abra una puerta, porque si por todas partes nos llaman, y a cada puerta se abre otra puerta y hace que ames de nuevo y más...y por desgracia es eso, por degracia lo han intentado..con mentiras y engaños y ese hedor en todo. Sin embargo yo soy un hombre libre, eres lo que haces, no lo que dicen. Sin embargo la sexualidad es algo mas natural, que todo eso, en si....




Si algo significaba aquella poderosa imagén de Un perro Andaluz, en la que dos burros muertos, 
yacían sobre un piano de cola, era aquella sexulidad corrompida por las convenciones sociales, 
también aquél burro corrompido, aquella imagén evocadora que recordaba a Salvador una imagén de 
la niñez, se transfiguraba el reflejo cegador de las piedras preciosas, el oro, y la putrefacción,
en un idegrama surrealista que Buñuel y Dalí llamarón l`age d`or. Dalí convierte la metáfora cabalística
de la creación del Golem, en la transustantación barroca de la materia putrefacta en piedras preciosas.
Es decir la sabiduría rabínica es vertida dentro de surrealismo como productor de delirios. Y esa imagén,
la del asno corrompido, llegaba más allá, hasta convertir aquél burro corrompido en lo nuevo frente a lo 
caduco y marchito que podía represantar el otro burro de la cultura Española, el burro de Platero y yo, de
Juan Ramón Jimenez, el poeta de Moguer. Aquél burro muerto y putrefacto, era el símbolo que habían utilizado
Dali-Salvador-Buñuel en la película surrealista Un Perro Anzaluz de 1929, en aquella evocadora escena donde aparecen
los burros sobre el piano donde la carne herida y maltratada no se representa de forma gloriosa como triunfo sobre
la naturaleza instintiva sino que la exigencia de la religión y la sociedad supone una traición a lo más básico de
la naturaleza humana. Luego dijo Lorca: Tu ciudad de marmol se opone a la mía de carne que muerte en todos los momentos.

En esta sociedad enferma - benares - sigue enferma, ya no se puede hacer , ni decir nada sin que salga una estúpida periodista a hablar de sexualdiad, cuando solo hablamos de sexo con mujeres y de literatura..algún guisqui. Tamién tenemos que soportar a la descendencia bastarda de Mariano Rajoy y todos esos gacitelleruchos del ABC calle, abandonar a la masa y leer tiene su recompensa; El acto de leer también genera placer, no todo es sexo, ni siquiera porque pintar con acuarelas u óleos, también genera placer, por eso los artistas son adictos a la pintura,y a la poesía como una raya que va directa al cerebro, así cada verso es escama brillante de un droga imaginada.




Tenemos las alas rotas.


El pulmón, el cáncer, la muerte.



Sé que la vida es un animal que nos come desde dentro.


Sé que el tiempo es una tumba dónde se estremece la yerba
mientras John Foherty toca temas de la Credence y crece en nuestro pecho el musgo y la nieve. 





alejandro r cisneros.

Aprender a contar.








Desde la infancia aprendemos las propiedades y categorías del universo.


La cicatriz en la rodilla, y los libros de la escuela.

Aprendemos también la muerte cuando el juguete se rompe.

La nieve en invierno y pisar los charcos después del aguacero.

El desamor en el beso y la indiferencia en la clase de matemáticas
a primera hora un día aburrido de invierno.




Así aprendemos a contar el desencanto, los días, los años.



Dónde el cazador se caza así mismo
y mentiras o verdades son sólo arañas en la boca de los muertos.