Casí la mitad del tiempo nuestro cerebro es un vagabundo. Dice una ciéntifica entre la cacofonía de la prensa digital. En si C.Jung dijo que el yo solo es un punto perdido en la inmensidad del alma, algo que lacan estudió hasta llegar a decir que el yo es un lugar vacío. Entre estos yo errantes, continúo con mi carrera de novelista, a la que llegué tal vez por casualidad, nadie leía mis poesías , ni nadie se intereso por mi nunca, ahora paso por ser una joven promesa de la literatura entre fracasos y años malgastados, tal vez ahora me ruboriza saber que las novelas de juventud de todos estos señores que me adelantan en el tiempo son más bién malas. Lo cuál quiere decir que iba bién atinado cuando era joven, escribir, si.. pero a partir de los cuarenta. Ahora con cuarenta, veo que mi vida se parece mucho mas a la que aquel chaval, y que aquella literatura que yo creía llena, no es más que un páramo de soledad. Si bién he fracasado lo suficiente para escribir una buena novela en tres actos.El primer acto es un golpe quien era Pablo Neruda al llegar a Madrid después de dar saltos por el mundo. Rangoon, Saigon, Buenos Aires, París...El segundo acto el desengaño caminando por las calles de Madrid, entres los cafés literarios, la vanguardia y las pequeñas iglesias de Madrid, dónde un Neruda atribulado medita en largono monólogo experimentales sobre la enfermedad, la existencia o la muerte.El tercer acto,, acaba con la muerte de lorca que da inició a un epílogo final donde se narra el exilio, muerte, prisión, suicidio o ejecución de todas las vanguardias de la España desde la del 98, Unamuno , ANtonio machado, los del 14 o la generación del 27 lorca miguel herandez, Entre actos la tensión de la vida social del preámbulo de la guerra civil. La historia es sabida por todos, yo estoy esribiendo una novela sobre ello. Sino hubiera habido la guerra civil yo nunca hubiera nacido, así pesan los destinos. El yo es un errante vagabundo, y no sé dónde estoy ahora. Tal vez perdido en un parque subido solo a los columpios mas solo que la una mirando solo la luna perdido en la madrugada de algún día que pasó sin ningún sentido. Demasiada soledad para un chiquillo - pienso - así fueron un puñado de años de mi juventud, soledad por todas partes. Sin embargo ya con 43 se me acumulan las ideas y los proyectos y empiezo a ver la necesidad de ir terminando cosas, cerrar capítulos, y dedicarme un tiempo a acabar un proyecto en concreto. Estoy leyendo las 70 páginas que escribí hace unos años, casi todas buenas, con ideas muy interesantes , sin embargo quiero imprimir en esta relectura de mi propia novela un ritmo trepidante. Estoy reescribiendo la primera parte que se convertirá en más heriática y tumultuosa en la segunda, más la carniceria de la tercera parte. Una novela que voy a hacer más breve de lo imaginado, pero que continúa y mantiene el espírituo con que inicié el camino literario. Tal vez hace unos años me superaba, ser tan buen escritor, y tan joven. De aquellos años ha sobrevivido casi una antologia poética que puedo presentar a premios. ¿Me lees...?. Mi cerebro la mitad del tiempo es un errante, ahora te estoy viendo con los ojos de aquél chaval de 17 años. A partir de esta noche , todas las noches 3 o 4 páginas, y tendré acabada la novela antes del verano. Yo también tengo cierta ambición, quiero ver mi novela publicada. LUego tengo medio escrita 1989, un cuento corto de infancia. Esto supone que el próximo verano tendré dos obras que presentar a premios. Los alejados y 1989. Mas la obra poética, que arrastro. Una forma de empezar a publicar.... los próximos 30 años merecen la pena.