lunes, 27 de noviembre de 2023

Los muñecos de trapo que dejamos atrás sin saberlo.











No es una gran genialidad, pero es un retrato - íntimo - para mi sobrina . De momento me sirve para recordarla, todo pasó, para mi escritorio.. Ya no es esta niña, ahora tiene casi 13 y es mayor. Ja ja ja. Pero a mi me gusta recordarla, tal y como la he visto. En un cuadro con fuerte carga surrealista - los ojos cerrados - . para pintar como los demás, mejor no pintar nada. Es una aproximación muy fiel, pero no es perfecto. Para la colección privada del artista. En la contra voy a escribir un verso cuando seque : "Los muñecos de trapo que dejamos atrás sin saberlo" Un verso dedicado a mi sobrina que leerá en el futuro, yo he firmado con el mismo color el oso de peluche, yo también soy un muñeco de trapo y un día me dejarán atrás. Vivir duele. Ella esconde algo en la mano detras de su espalda, seguramente un caramelo. La infancia es así sin pasado, ni futuro, sin tiempo. por eso la he pintado con los ojos cerrados. Para pintar como los demás mejor no pintar nada. El retrato, lo hice sin boceto, solo un dibujo, y ha sido dificil, acabarlo, darle un sentido, dentro de muchos muchos años, mi sobrina lo mirara, pero un día yo no estaré. Los tios, los padres derrumbados como montañas sobre el cuauce roto, del río de la existencia. Ahora las veo menos, solo de vez en cuando. Sin embargo han significado mucho para mi, y estoy muy conectado a ellas. Ella en la mano derecha , detrás de la espalda esconde algo, a la vez arrastra una muñeco de infancia. Seguramente esconde un caramelo. Tiene los ojos cerrados: No hay pasado, el futuro no existe. Como si estuviera dormida o soñando . Lo simple es bello, al menos transmite un poco de pureza. Es un trabajo - limpio - que expresa la calma que llevo dentro. Blanco, blanco roto, una veladura blanca sobre el fondo, hace destacar más la figura. Es una ñoñada lo se, pero quiero mucho a este ser. Aunque para que vamos a engañarnos, ella es rica. Ja ja , cuidará de mi cuando sea mayor. Ay, no se puede querer tanto. Estoy limando cada detalle para que quede lo mejor posible, aunque la idea es buena, el dibujo solo hice uno directamente sobre el lienzo a mano alzado sin pensar mucho, es mejorable, pero el trazo es firme, y sencillo como un anillo. La infusión de roibos y frambuesa esta buenísima, mientras pinto cada detalle, para aproximarme a lo que había ideado en la mente: los labios, alargar los ojos, profundizar la mirada. al final no esta quedando tan mal, pero casi lo deshecho por el error del dibujo, luego creo que he conseguido algo realmente bonito, es bonito mirarlo, me gusta - pintar - cosas que sean bonitas de mirar. Lleva un camisón más grande que ella, quiere crecer, pero solo es una niña que arrastra un oso de peluche: los ojos cerrados, el oso de la infancia, la mano que esconde el caramelo, el camisón más grande que ella, son elementos, de este pequeña obra - menor - que me sirve como práctica. lo mejor es que si compro blanco, puedo volver a pintar otro lienzo, solo hace falta blanco y aguarras .
















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