24 son los libros sagrados de la tanaj judia - antiguo testamento - para los crisitianos, y 24 los ancianos del apocalipsis en el pórtico de la gloria. 24. El amor es esto - que bonito dormir juntos - allá se hace verdad - el génesis - cuando la vida entera - ocurre - antes de cumplir los - 18 años - . La vida va rápido, en los inconstantes - momentos - de belleza. Ahora con 44, me divierto - escribiendo - . Escribir lo es todo. Me encanta el cine - italiano - es como mi España, pero no es España, y aquello lo hace - adorable - . De forma , casi irremediable, amo el cine - italiano - . También el cine Español , pero el cine Español me dejo tirado en alguna mala esquina. Por esto también amo la literatura es mi refugio personal, contra casi todo. Mi poesía se quedo - sin premiar - mis labios sin besos, pero esto no quiero decir que no exista esta poesía.
Cordura y equilibrio. La noche y la yerba son húmedas. Como el lenguaje. Abril ha vuelto entre las rosas, a lo lejos las arboledas se mueven como un extraño oleaje. A veces me escapo y salgo a pasear de noche: las calles vacías, la lluvia intermitente. La tristeza es así, parece escarcha que se rompe. La fragua. La epidemia no servira para cambiar nada: las leyes, las normas morales seguirán siendo las mismas. Desengañaros. Los muertos estan muertos. Las rosas despuntan. Los niños se hacen adolescentes. La ciudad a golpes envejece. 4 de Abril. El dia 4 de Abril dejo de llover. Todas las cosas parecían en su sitio y ordenadas. La gente salia a la puerta de las casas y se dedicaban a la jardineria; las rosas tienen espinas como la poesía. Queremos algo asi, vivir en una dulce rutina, y encontrar entre las cosas pequeñas un sentido a la vida. Pero la muerte cae de golpe, como caen las hojas verdes quebradas por el aguacero. Hasta el dia 4 de Abril la epidemia habia matado a 11744 personas y esa noche había habido 830 fallecidos. Hace buen día, decían los jardineros. En último caso, verde. Nuestra fragilidad había aflorado como la primavera, las azucenas o el desengaño. Años de recesión habían aumentado las diferencias sociales, habían esquilmado los recursos públicos. Tambíen había despertado nuestra fragilidad humana, todo sabemos que las azucenas también se pudren y se secan. La muerte también vence. Yo me contaba entre los asintomáticos, y entre los mendigos: Dos años más de crisis económica, me daban igual.
Me despierto solo y llueve sobre mojado. Es Viernes, la gente es feliz, salen por ahí, pero yo estoy solo, un Viernes y otro Viernes, condenado no se sabe por que. Y solo me puedo - conformar - con esto, con nadie vuelva a saber nada de mi vida, para que no lo utilicen para hacerme daño, ni insultarme.
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