Mientras los vecinos taciturnos - se manifiestas - arrastrando su odio y llamándome - maricón - por la ventana, mientras yo subo el volumen, y me río: eran feos, chuscos y malos. Imaginate como se condenan, a vivir con envidia , ante la felicitá del vecino, y entre el desengaño y lo chusco ver a gente así por el mundo. Yo prosigo mi literatura con mi obra - 1989 - . No pueden hacer nada en contra de nuestra libertad, y sienten impotencia, solo lacayos de otros aún más miserables. Mientras en el interior de nuestra libertad sucede la gran literatura, la música, la celebración de la vida, dia a dia. Las personas ancianas de lo más que se arrepienten en la vida es de no haber vivido con autenticidad, es decir a expensas del que dirán los demás, y de haber perdido tanto tiempo en el trabajo. El trabajo no es tan serio, lo que es seria es la vida. Da igual lo que digan los demás , lo que importa es lo que tú haces, en si la envidia, cuando es desmedida, conlleva a no tener en cuenta tu propia vida, porque estos desgraciados no tienen vida. Tienen envidia de pene, de mi libertad - en potencia - . Un simbólo freudiano para acabar este texto mientras subo el volumén para no tener que escuchar a desgraciados y me descojono.