Mereces lo que sueñas.

Tú libro de poesía lo encontré tirado al lado de un contenedor de basura dónde van a parar los despojos y las cosas inútiles. Ya estas muerto según una breve noticia de un periódico regional del año 2006.Te leí con atención, tenías 21 años y escribías poesia el año que naci yo, tenías novia y parecías feliz, la escribías muchos poemas no demasiado buenos.Tu restos descansan en un nicho olvidado que nadie visita en el cementerio de la Almudena, Madrid. Al hablar con los sepultureros me han dicho que ha acabado el contrato para le mantenimiento del nicho que guarda tu fe. El próximo año seras exhumado y tus restos lanzados a una fosa común. Nadie te recuerda, ni siquiera hay flores como en la mayoría de las tumbas o son de plástico – supongo – que para no tener que volver. Tenias cierto humor: Todos somos idiotas desde algún punto de vista dice uno de tus versos, aunque he intentado escoger un verso y me ha costado, ni siquiera comprendo porque escribías poesía tal vez estaba de moda en el año 1979. Empezaba la democracia y habia cierto rubor de libertad, los jóvenes escrbibían poesía, e iban a manifestaciones y ya nadie recuerda su nombre. He elegido mirando tu último lugar, un epitafio para mí tumba: “Que bueno que viniste, pivito” siempre con humor, y que dejen rosas rojas mis amantes perdidas, si las hay y no se han ido antes porque somos los sidos, los que han sido, solo los que estamos aquí unos cuantos años más, pasajeros de este cementerio. Sin más dilación prosigo mi primera novela, me lo estoy currando, y sin embargo algo se ha escapado de estos años de mis manos, como algo que se ha llevado el viento. Gracias Zapatero. Sin embargo la literatura y la poesía , van conmigo...