viernes, 22 de enero de 2021

Lo inefable y Tarkovsky.



La película -en si- no ofrece ninguna concesión al espectador medio o ningun espectador, empieza con 5 minutos de créditos con un "bello" y despúes un plano-secuencia de más de 8 minutos, la mayoria de los espectadores abandonaban la sala, tras los primeros 15 minutos, y aquello "miticos" créditos sobre - la adoración de los reyes magos" de Da Vinci. Creada con el director de fotografía de Woddy allen o Bergman, da pocas concesiones a la gilipollez universal, dónde el protagonista le cuenta a un niño una historia sobre un monje que riega todos los días un árbol muerto hasta que este termina por florecer a los tres años. Una celebración del método y metáfora de la relación del hombre con lo que es sagrado. Una obra narrada según los cánones de la dramaturgia, donde sucede todo en el mismo lugar y durante solo 12 horas - algo - que tengo muy en cuenta para mis proyectos personales. Ganó cuatro premios en el Festival de Cannes, algo que nunca había sucedido: el Gran Premio del Jurado, el Premio del Jurado Ecuménico, el premio FIPRESCI y un premio especial a la contribución artística y al mundo le importa una mierda, y a mi me importa una mierda el mundo, como conversaciones del tipo filosófico-espiritual entre un viejo y un cartero, todo poesía visual, y narrada con exactitud. Dicen que una bruja le dijo a Tarkovski que solo rodaría 7 películas y fue asi, nunca volció a su país - la rusia soviética - por ser antripatriotico con la antigua URSS y no volvio a rodar cine. Solo dejo 7 películas un testamento cinematográfico, entre tanta gente que pasa por el mundo sin dejar nada.Comienza - otro - glorioso fin de semana dónde el alcochol sustituira a cualquier tipo de relación social o compañia femenina. Si, el amor se hace a las mujeres... Lo digo - todo - esto con humor y delicadeza, porque támpoco quiero herir a nadie, hay por ahí mucho homosexual reprimido con doble vida y también mucha histérica aquella enfermedad femenina del subconsiciente según Freud. Así que no queda otra que emborracharse y perder el tiempo en una multitud de plataformas digitales como Netflix, o Filmin, buscando alguna verdad a la que agarrarse en esta - solitude - pandémica dónde todo es posible, tambíen la muerte, en potencia. Así que la cultura es decir un 90% de películas de mierda, y algun libro sustituira a un amor que nunca llega, menos mal que nos queda Tarkovski... y su relación con lo inefable, con lo sagrado. Lo sagrado no es el coño de una mujer, que diría Bukowski, lo sagrado es lo sagrado. Algo a lo que agarrarse cuando vienen mal dadas y el mundo nos enseña la cara más gris y oscura de la existencia. Para Tarkovski lo sagrado es que te habla el señor a traves de un sueño diciéndote que el mundo se acaba... pero que cojones, Sacrificio supone un nuevo bautismo en el mundo del cine, así que ver la película, escrita y dirigida en la parte más dura y amniótica de la guerra fría, parece creada para momentos como ahora dónde la pandemia ha socavado nuestras esperanza en el mundo. Una obra de más de 2 horas, que dejaría a cualquier persona normal - entre - esa estupidez del universo, dormido, mientras se les escapa lo que sienten todos los días creyendo en un futuro, que como cualquier futuro, nunca llega...









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