La giovenezza perdida.

Un familiar mía, pasa sus últimas días en este mundo en el hospital 12 de Octubre de Madrid. Yo me pregunto qué es la vida. Ella siempre me ha caído bién, siempre ha estado enferma, y para ella la vida ha sido un regalo. Es muy joven, y da mucha pena, y lástima. Nosotros los que nos quedamos aquí, miramos con escepticismo el mundo. Hace unos años empecé a escribir una novela histórica, pero a parte de aquella ciudad, aquél Madrid de la II República que desapareció para siempre, el libro trata sobretodo sobre la muerte. En si es un paisaje de una ciudad y un país que caían en el abismo. Sin embargo era un poco experimental, y esta hilada con largos monólogos en Iglesias de Madrid, cafés literarios, y cementerios románticos dónde la derecha recordaba el romanticismo de finales del siglo XIX, antes de una guerra. Recuerdo que de pequeño me colaba en su casa, su madre hacía migas los sábados, y yo me llevaba un platito cuando yo era niño y rubio, ya castaño y con canas, medito sobre lo que es la vida, y lo que tiene de regalo.