domingo, 8 de agosto de 2021

La literatura como esencia.







He escuchado a mucha gente decir que: “No me gusta la poesía”. La mayoría de la gente no lee y esta concionada a creer que los escritores son los que escriben en los periódicos como si el carnét de escritor se diera en algún sitio sin embargo solo es el talento literario el que marca la diferencia. La mayoría de los grandes escritores son excelentes y sentidos poetas, pero la literatura como cualquier faceta de la vida no está libre de envidias y celos. Hoy recuerdo que si bién hay grandes escritores y poetas como Felipe Benitez Reyes, Montero glez que me siguen en distintas rr.ss también hay otros grandes escritores que permencen ocultos pero que su influencia positiva me sugestiona no solo a mi sino a muchos jóvenes escritores o no. A mis ya casi 42 años si bién ni siquiera he publicado un libro como Pessoa me he ganado el respeto literario de las grandes plumas de este país con algunas poesías que serán recogidas por el pueblo para pasar a la tradición y la historia de la literatura Española para sumarnos a otros novelistas y poetas a la tradición literaria y artística de esta hispanibundia y en el futuro será lo que prevalecerá – la literatura – sobre todo esta farsa de políticos y periodistas. Sin embargo la literatura no esta libre de envidias y celos y aunque siento la dilación de la publicación de mi primera novela o poesía reunida siento que parte de mi vida y de mi obra ya esta encaminada hacia lo precioso, es decir aquello que es recogido por la tradición para pasar a forar parte de la historia sin olvidar que no somos poetas o escritores sino objetos de la poesía y de la literatura como esencia. Algo que se repite escuchando a gente de la cultura cuando ya enfermos se despiden del mundo, es la frialdad que les inspiran los libros o cualquier cosa. Los moribundos no leen literatura, algo que me hace reflexionar sobre el sentido de la vida y la existencia. Supongo que es todo una gran farsa, un mundo dónde la vejez y la enfermedad son las dimensiones del teatro como explico el poeta. Los libros solo son libros, literatura pero morir es el único argumento de esta obra. En si, no hay que sobredimensionar el valor de la literatura o el arte, aunque el sentido del mundo no es la producción y la violencia con la que consumimos y actuamos. Conozco gente muy feliz trabajando de camarero, sin comerse la cabeza demasiado, ni asumir demasiadas responsabilidades y aunque vivamos creyendo que la felicidad significa ir amontonando momentos felices, la verdad es que la felicidad no existe, solo actúa como pulsión, como algo que buscamos mientras se nos escapa de las manos poco a poco la existencia. A mi la literatura me reconforta conmigo mismo, pero tampoco le doy un valor más allá de la realidad. Escribió una vez Francisco de Quevedo y Villegas que morir solo se muere para nosotros mismos aunque el arte pinta velos de color sobre la enfermedad y la muerte esta farsa, este gran teatro llamado mundo. Al final tengo un coecifiente intelectual demasiado alto y tiendo hacia cierta locura, nadie esta a salvo en este cementerio de elefantes llamado mundo por eso me pego con el hacking, el futuro y la matemática más pura, para no caer enfermo.










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