Nada está muy claro, solo pasa el tiempo. Después de releer un archivo con 13 páginas, tengo 58 en otro archivo, que suman 72 páginas bastante brillantes sobra la infancia y la memoria. Me queda claro que aunque tengo que pulir mucho cada página aún, ya he hilado lo que puede ser una buena novela o cuento de infancia. Se titulará así 1989 aunque tal vez compita en premios literarios con otro nombre, y bajo algún pseudónimo como merlín. La literatura es así, pero es objeto de mi interés. He pensado presentarla al premio Nadal de literatura. Llega un Otoño - invierno tranquilo dónde nada está muy claro, solo pasa el tiempo. Hacer de este tiempo - mío - y sólo mío, porque solo me pertenece a mi. Dedicarlo a la literatura es un sacrificio personal por lo que creo. Nadie me apoya, nadie cree en mi, y sin embargo tengo futuro con las novelas. Entre libros técnicos de informática y páginas en blanco de literatura pasa el tiempo, sin saber muy bién nada, solo pasa el tiempo. Quiero utilizar este otoño e invierno a terminar este proyecto y puntar con hilo la novela que deje inacabada y con la que encaye literariamente, aunque solo sea por divertirme, por ejemplo con 1989, alguien una vez dijo sino te gusta escribir, no te gusta divertirte entre textos, no escribas, el mundo no merece otra mala novela.