lunes, 6 de mayo de 2024






Mi novela acabó en 2022. Yo estaba enamorado de Luna, vagamente, como de casi todo. Hoy he ido a visitar a uno de mis personajes de la novela, está en el hospital, aprendiendo a morirse. No hay nada más triste que dejar a una persona sola en el hospital, sin remedio. La vida no tiene cura, solo le quedan meses para la jubilación, y ya se muere. Sin haber llegado a cobrar un solo mes de la jubilación. Llegó a casa y preparó te, el te y las infusines, por ahroa me mantienen más o menos sano. Y más convencido de haber hecho bién al abandonar el tabaco , solo un porro de vez en cuando. Pongo el debate de RTVE, pero solo quiero hacer bug bounty y escribir literatura. Debo acabar la novela, antes de que uno de mis personajes, la palme. Aunque el final ya está escrito. Me cuesta pensar que 2022 ya pasó. Que fuí feliz, que ya pasó.






A las 20 horas de un Lunes cualquiera, otro lunes al Sol, nadie allí trabajaba, solo 
esperaba alguno la jubilación, la renta mínima, o el ingreso mínimo vital comenzaba el
Sótano de Radio 3. JJ se ponía contento, adrede, para ver si podía al menos beber unas
latas sin pagar, o fumar unos porros por la gorrilla. Sin embargo la música y el sonido 
al abrir de las latas de cerveza, el vino de messie antoiné volviéndo del - laboratorio -
o little caracas, ya que aquella habitación de Messie antoine, tenía por la calfección de 
gas butano otro clima diferente a la helada estepa de casa de Patrice en Invierno, un 
clima casi subtropical y todos nosoros íbamos con dos pantalones o abrigo, y messie 
antoine salía en calzoncillos y camiseta corta, bailando de pequeña venezuela como si 
estuviera alojado en un hotel en el que más o menos podía hacer lo que quisiera. Al sonar 
las cancinoes del Sotano pronto comenzó la fiesta y al rato comenzaron todos a bailar
justo cuado sonaban canciones de james brown, o versiones de van morrison con guitarras 
de jimmy page.


[...] [.....]
Entonces cuando todos se habían ido llegó J. Maravert, el inquilino que nunca esta en
casa. Un hombre bajito con el pelo siempre bién cortado y blanco, bién vestido, borracho,
con los bolsillos vacíos y la voz progunda y rasgada. Al observar las latas de cerveza
caídas por todas partes, los ceniceros llenos de colillas, la pocilga de la cocina de
Orwell, abrío la nevera y cogió una cerveza antes de sentarse en un taburete mientras en
radio 3 se escuchaba la música porque aquella radio nunca se apababa . J. Maravert había
viajado por todo el mundo, había vivido 15 años en mexico en una compañía alemana de 
aceros y había trabajado en el tren de alta velocidad a la Meca recordo la segunda ley de 
la entropía que dice que todo lo que se estropéa o enferma, va a peor. España es un país
jodido, pensaba Juan, apenas son Españoles los que pueden ser otra cosa, al recordar los
Episodios Nacionales de Benito Perez Galdos. España es un país que esta jodido, y como 
dice la segunda ley de la entropía todo lo que esta mal, va a peor. Apenas somos cuatro
viejos borrachos peridendo nuestra vida entre botellas vacías hasta que lleguén los 
últimos días de nuestra vida menos Alejandro, que es un niño. Entonces empezó a reir solo
en la cocina recordando su días en méxico. Es cierto - los jefes - alcoholicos son los 
mejores jefes. Es cierto que como jefes aunque ni siqueira se puedan despertar, tienen 
que llegar al trabajo, apesar de la borrachera de ayer, pero una vez allí , tampoco hacen
tanto. Hay que estar a primera hora de la mañana seas alcoholico o no, sin embargo si
tienes un jefe alcohólico, a partir de la media mañana y las primeroz mezcales, ya da 
igual todo, en un día igual a otro que se repiten sin cesar y así durante 15 años. Un 
jefe alcoholico acaba las jornadas pronto, tiene que volver a emborracharse.Algo así pasa
con Orwell, los lunes , los martes, los miércoles da igual que día de la semana sea, fin
de semana o fiesta de guardar, da igual. La peripecia siempre es la misma, como me 
sucedía en Mexico con mi jefe borracho y el mezcal. Al llegar todas las noches , encuntro
las luces apagadass, la música encendida, los restos de la fiesta, una noche si, y otra 
también. La segunda ley de la entroía vencerá, todo lo que va mal, solo puede ir a peor.






//                          Final de la novela. 





Al final Orwell ya borracho y cansado de beber cerveza, después que los demás se 
hubieran ido a la cama, apago las luces, y dejó la radio encendida como siempre con el 
dial sintonizando radio 3 para que los ruidos no molestasen al perro Van Morrisón por la
noche y se fué caminado borracho por el largo pasillo con el perro caminando detrás justo
en ese instante en que en radio 3 suena starman de David Bowie pero ya no escucha nadie
la canción.


FIN.

















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